Fundada por Gaston Reis en asociación con su sobrino Rene Bannwart en el año 1955, Corum pronto alcanzó una gran reputación, no sólo por la alta calidad de sus relojes, sino también por la originalidad de sus diseños. Ejemplos representativos son el “Golden Tube”, el “Chinese Hat” y el “Longchamp” (con sus orejetas ocultas), todos ellos piezas de coleccionista. Como innovación técnica cabe mencionar el “Golden Bridge”, en el que las diminutas panes de la maquinaria están realizadas en oro de 18 quilates y posee un tren de engranajes recto, todo ello suspendido en un cristal de zafiro. Pero la Coleccion más famosa de Corum es su “Admiral’s Cup”, con cajas de doce lados que corresponden con las doce horas del cuadrante, gallardetes que marcan los puntos horarios de 1 a 12 en el código marítimo internacional. Desde hace algún tiempo, esta compañía ya no fabrica todas sus maquinarias, sino que elige las mejores de otras marcas —Piaget y Jaeger-LeCoultre—, pero todos los relojes que llevan su nombre, ya sean de cuarzo o mecánicos, están acabados a mano por los propios artesanos de la firma. |