Este nombre apareció por vez primera en 1912 en Grenchen, y su lanzamiento se debe a Walter Vogt, que comenzó fabricando relojes mecánicos con caja de oro. En 1926 Vogt conoció a John Harwood, el cual dos años antes había inventado el reloj de pulsera de cuerda automática: ese mismo año, Fortis presentó en la Feria de Comercio de Basle el primer reloj automático del mundo fabricado en serie (anteriormente sólo se habían producido ediciones muy limitadas). Fortis siguió edificando la reputación de relojes sobrios y de gran precisión hasta que en 1968 apareció el “Flipper”, una línea de relojes divertidos y llenos de color dotados de cajas resistentes al agua. Esta línea, precursora de los futuros modelos Swatch, es una de las pioneras de la era de los relojes pop. En 1996, coincidiendo con el 35 aniversario de los vuelos espaciales tripulados (Fortis ha prestado su tecnología al equipo oficial de la misión espacial ruso-europea desde 1994), esta firma produjo la versión “Cosmonaut’s Chronograph” en oro de 18 quilates, primero desa­rrollado en asociación con el Centro de Adiestramiento Yuri Gagarmn.